El alcalde, Juan José Cánovas, ha confirmado hoy, en un mensaje institucional en la Alcaldía, el primer fallecimiento de una vecina de Totana por coronavirus, en este caso, una mujer septuagenaria, religiosa de la comunidad educativa del Colegio La Milagrosa.
La mujer, con patologías previas, llevaba varios días ingresada en el hospital Rafael Méndez de Lorca con síntomas, después de que hace dos semanas regresara de Madrid, donde podrían haberse contagiado.
Varias religiosas que presentaban síntomas también han sido aisladas en dependencias del edificio educativo, una de cuyas plantas ocupan como vivienda habitualmente.
El primer edil ha comunicado los hechos lanzando un mensaje de tranquilidad, calma y responsabilidad a la población; y reiterando que desde la Alcaldía solamente se tienen constancia de cuatro personas contagiadas en este municipio.
También ha señalado que la situación está “bastante controlada” por parte de los servicios municipales y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; adoptándose todas las medidas de protección a quienes hayan podido estar en contacto con la víctima mortal.
En este caso, desde el principio de la crisis, se contabilizan el caso de la monja fallecida, otra persona que está ingresada en la Arrixaca, y el primer caso del bebé y la madre extranjeros del día 8 de marzo que vinieron a pasar el fin de semana procedentes de Madrid a esta localidad, y fueron atendidos en el servicio de Urgencias del Centro de Salud Totana Norte.
Cánovas ha subrayado que por parte de los servicios municipales y sanitarios se han tomado todas las medidas entre la comunidad religiosa afectada y ha hecho un llamamiento a la población a que permanezca en sus domicilios porque “ésta es la mejor garantía para evitar el contagio”.
Además, ha reiterado que dentro de la población de Totana no existe, por el momento, ningún caso de contagio directo pues todos han sido externos, según ha precisado; y ha explicado que los servicios municipales están desinfectando las zonas más críticas.
Asimismo, ha reiterado la necesidad de actuar con sentido común para evitar la propagación de la epidemia y el colapso de los medios del sistema público de salud; y ha hecho un llamamiento a la serenidad, pidiendo comprensión.